¿Qué es la Cultura Política?


Sabemos bien que en las democracias liberales, el ciudadano es el protagonista que en cada periodo legal del voto acudirá a emitirlo ejerciendo su mandato a través de la representación política, pero el aspecto cualitativo de este se encuentra en una paradoja cuando al sistema político y principalmente sus estructuras, se les desconoce, se entiende, confía y se hace poco.

En 1963,  Gabriel Almond y Sidney Verba, publicaron un trabajo de investigación, «La Cultura Cívica», esta como resultado de las distintas culturas políticas. Obra de obligada lectura en los manuales de la Ciencia Política, vino a contribuir al estudio del comportamiento político de una nación por su riqueza analítica y el marco teórico que se desprende.

Almond y Verba propusieron que para elaborar una teoría de la democracia quizá habría que ir más allá de la historia, ideologías democráticas, estudios sociológicos o reflexiones psicológicas. Ellos querían conocer si para difundir la democracia serían necesarios otros elementos y para ellos propusieron el concepto de cultura política. De forma sencilla, la cultura política fue definida como la orientación hacia los objetos políticos constituida por tres dimensiones que configuran al ciudadano en su contribución en el proceso funcional de la democracia, estos son el conocimiento (o cognitivo), el aspecto afectivo y el evaluativo, que serán dirigidos hacia su sistema político y estructuras,  el componente administrativo y muy importante, las actitudes del propio ciudadano como actor esencial dentro del sistema.

Entendida así, la cultura política sería el conjunto de valores, principios, creencias, actitudes y fundamentalmente, conocimientos, que comparten los miembros de una sociedad hacia su sistema político y social. El proceso que lo conduce se denomina “socialización política” y esta surge en el primer transmisor social que es la familia al que Almond y Verba le llaman “agente primario de socialización”. Después de la familia proviene el resto de instituciones sociales como las escuelas, sitios de trabajo, iglesias, asociaciones socioculturales, etc.

La tipología de la cultura política estaría compuesta de la siguiente manera:

1.      Cultura política parroquial (provinciana):
o   No hay roles políticos
o   No tiene conocimiento de su sistema político y la política
o   Contiene el aspecto afectivo o el evaluativo pero no el cognitivo

2.    Cultura política de súbdito:
o    Conocimientos limitados del sistema político y la política
o   Conocimiento de la autoridad gubernamental
o   Contiene el aspecto afectivo o el evaluativo pero no el cognitivo
o   Pasivo ante la implementación pública a través de la administración

3.    Cultura política de Participación  (participantes):
o   Orientados hacia el sistema como “un todo”, esto quiere decir que tienen conocimiento de su sistema político y de la política además del componente afectivo y el evaluativo.
o   Rol activo del propio ciudadano en asuntos políticos

No existe ninguna sociedad que contenga de forma pura una de estas modalidades culturales sino que se pueden mezclar, precisamente este resultado del mestizaje  será decisivo por su incidencia en el individuo y su sociedad por el papel que tomarán en su sistema político y resultando así, su cultura cívica.

De acuerdo a la visión de los autores, el resultado que más favorecería a la democracia y su estabilidad consiste en tener el mayor número de participantes y súbditos y un número reducido de provincianos en lugar de súbditos y provincianos, proclives a vivir y mantener un sistema dictatorial. Bajo su hipótesis, la cultura cívica (compuesta por las culturas políticas antes mencionadas) garantizaría en mayor medida el funcionamiento de la democracia y su estabilidad más que concentrarse en instituciones o leyes democráticas. Tema de debate entre politólogos pero la pregunta hacia usted, ¿cuál es su orientación hacia su sistema político? 

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