Identidad nacional
Hace unos días leía un artículo muy interesante que tenía
como base el fenómeno nacionalista (o separatista) y la identidad nacional
centrándose en una pregunta muy curiosa, ¿Por qué en América Latina no surgían
movimientos similares a los surgidos en Europa, como por ejemplo, el caso de
Cataluña en España?
La Ciencia Política así como la Sociología han intentado
comprender y definir a qué se refieren los términos como “nación” y qué es la identidad
nacional, explicando además, la diferencias que tendrían con la realidad Estatal.
Se ha dicho que las naciones tienen su esencia en la cultura (naciones culturales), entendido esto, como aquella población que se encuentra unida
por vínculos cultural e histórico heredados, en el que concentran factores como
la lengua, las tradiciones, la religión, etc., pero esto no significa que al
disponer de dichos elementos pueda considerarse como una nación y más aún, una nación de tipo político.
Para considerarse una nación política y como resultado, la
identidad nacional, debe existir un compromiso entre su colectividad que
configure un marco narrativo donde se
aglutine símbolos, valores, tradiciones, héroes, mitos y en este sentido y en algunas
latitudes como diría Antonio García Trevijano, un “mito fundador y un fundante”.
Ejemplo de todo esto sería Francia, EE.UU., e incluso el Reino Unido y por
supuesto, la América Latina como es México, Brasil, etc. En estos Estados –
nación no es que no pudiesen surgir iniciativas (que las hay incluso como la cuestión escocesa) que pudieran concebir una separación
del país, sino que fue más bien, el proyecto político que se construyó
en estas naciones superando al ámbito regional
precisamente para extender una cultura “común” de su patria y no que fuese delimitada para
un espacio territorial concreto dentro de la realidad estatal. Pongo otro ejemplo.
El deporte nacional de México, la
charrería, es una tradición de los mexicanos que se puede disfrutar y vivir
con intensidad ya sea desde Ciudad Juárez hasta Tuxtla Gutiérrez, cuando su
origen y rasgo patrimonial pertenece a Jalisco, a los Altos. Esa tradición pudo
“viajar” a lo largo del país. La lucha
por la Independencia de España pudo consolidar y encumbrar a los héroes que
dieron su vida por la libertad de la nación que gracias a ellos, hoy se tiene un país llamado México.
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