México es mucho más (que su gobierno)

 


«El gobierno de México no puede, no debe hablar en nombre de todos los mexicanos, México es mucho más que su gobierno». Esto fue lo que contestó literalmente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como respuesta a la pregunta formulada por el periodista español (y mexicano también de adopción) Alberto Peláez el pasado mes de julio en la conferencia de prensa que realizó el presidente, sobre de qué manera relanzar las relaciones entre México y España actualmente deterioradas.

Después vino la frase de "invasión extranjera" hace quinientos años a colación de la carta que solicitó el gobierno de México a la monarquía española por el agravio sucedido en 1521. Mal, presidente. Eso es ideología.

Esta es la forma de pensar del presidente y desafortunadamente de muchos compatriotas mexicanos que insisten en separar en el origen de nuestra nación a sus protagonistas principales, fomentando ese pensamiento maniqueo de los buenos (los mexicas) y los malos (los españoles). Quedarse únicamente en una  visión indigenista es suplantar la función y objetividad, fría y sistemática, que nos ofrece la historia por una narración ideológica, sesgada y de lugares comunes, quitando y poniendo lo que interesa o conviene según el interés del que gobierna o del que anhela el poder.

                                 Conferencia matutina de AMLO 14 de julio de 2021 por UnoTV

Que quede clara una cosa. No estoy promoviendo la idea de que haya que dar el salto de ciento ochenta grados desde el indigenismo prevalente en la conciencia colectiva hacia un hispanismo radical y retrógrado pero sí, un punto intermedio  como lo explicó brillantemente el biógrafo de Cortés, José Luis Martínez, para comprender el nacimiento de nuestra patria mexicana hoy hace quinientos años y que puede resumirse como lo expuso en su frase Jaime Torres Bodet sobre lo sucedido el 13 de agosto de 1521: «No fue triunfo ni derrota, sino el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy».

Hernán Cortés no puede (y no debe) seguir estando en la trastienda de la historia mexicana ya que es negarnos como mexicanos lo que nos pertenece por derecho propio que no es otra cosa que el de conocer nuestro pasado y además, evitar seguir negándole la oportunidad de ocupar el sitio que merece como lo dijo Juan Miralles, de “inventor de México”. Quizá los mexicanos debamos hacer caso a la reflexión, como medida de reconciliación, la que ha sido atribuida a Manuel Orozco y Berra sobre Cortés: "Nuestra admiración para el héroe; nunca nuestro cariño para el conquistador". Requisito indispensable para cerrar heridas es también la de (re)conocer e interiorizar esa rica etapa histórica que correspondió al Virreinato de la Nueva España y que ha sido silenciada por la burocracia educativa mexicana en los libros de texto durante décadas.

Por supuesto, estos quinientos años nos brindan la oportunidad de decir orgullosamente que somos una nación con un pasado único, una riqueza mestiza inigualable por su sangre indígena y española y afirmando desde luego que, México es mucho, pero mucho más que el gobierno de turno y sus gobernantes (presidentes).

¡Viva México!

Como observación, decirle al presidente de México que el Juicio de Residencia al que fue sometido Cortés no fue dictada sentencia quedando hasta la fecha sin saber si fue culpable o no. No debe tergiversar el presidente un hecho así ya que si Cortés tuvo detractores, también tuvo testigos de gran relevancia que contradijeron las acusaciones vertidas contra él, Gobernador, Capitán General y Justicia Mayor de la Nueva España y Marqués del Valle de Oaxaca.


IMAGEN: La Ventana del tiempo

La imagen que acompaña este texto se le denomina "La ventana del tiempo" ya que desde el interior del Templo Mayor de los Aztecas en el museo que ahora se encuentra en él, se puede ver el paso de las tres civilizaciones desde una de sus ventanas; los restos de lo que fue el Imperio Mexica o Azteca con su Templo Mayor, la Catedral de México como herencia europea y española y al fondo, la Torre Latinoamericana, que simboliza a la nueva cultura que nace de la fusión de las dos, la mexicana.

IMAGEN DE CORTÉS: «Retrato de Hernán Cortés» (Siglo XVII) | Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

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