¿Son efectivos los conceptos “Derecha e Izquierda” en nuestros días?


Habitualmente, tanto en los medios de comunicación como en nuestras conversaciones cotidianas cuando hablamos acerca de política, utilizamos siempre el espectro político como referencia para comprender qué sucede y quiénes son los protagonistas, es decir, la derecha y la izquierda, ¿pero es efectiva su ayuda para juzgar lo que sucede?

La pregunta que muchos (entre estos, su servidor) se hacen es que si estas parcelas son aún operativas, vigentes, para comprender la realidad política y los actores que inciden en ella. Pero vamos a poner en contexto el origen del que se desprende esta división. Esta expresión derecha – izquierda como bien sabemos, surge basándose en la ubicación que hacían los miembros de la Asamblea Legislativa en la Francia revolucionaria del siglo XVIII, en el que los aristócratas (o conservadores) se sentaban en la parte derecha y los “patriotas” o defensores del pueblo llano, en la izquierda, por tanto, con esa descripción para gran parte de las personas parece que queda resuelto el asunto en el que la acción política se desarrolla y los valores que la promueven, ¿todo solucionado? Pues no.

Hablar de derecha e izquierda a mi modo de ver, no es otra cosa que una visión simplista de lo que acontece en los parlamentos nacionales, gobiernos y resto de sociedad y es algo más complejo para reducirlo de esta forma. Si realmente queremos avanzar en nuestros conocimientos sobre la política, es importante que hagamos un esfuerzo yendo más allá de esta simplificación que muchas veces confunde y por supuesto, no contribuye a que nuestro intelecto y su sistema cognitivo haga entendible (inteligible) las arenas axiológicas por las que se mueven los principales actores políticos.

En cada barómetro realizado por el CIS español se realiza preguntas sobre la ideología política de los españoles en el que se mencionan las categorías que van desde conservador hasta apolítico. La pregunta será si realmente los españoles conocen qué significa y en qué consiste políticamente un liberal, un conservador, un democristiano o la diferencia entre socialista y socialdemócrata y la transversalidad que pueda derivar de ellos.



En la actualidad, un número importante de  partidos políticos han cambiado su forma de organizar y captar a sus votantes y eso significa ampliar sus programas políticos con una agenda dotada de propuestas que incorporan elementos ideológicos distintos a su base,  haciéndolos más flexibles en sus compromisos para ganar el mayor apoyo popular y por tanto, no cumpliéndose así las categorías indicadas.

Huyamos de las posiciones fáciles en la información política y de los medios que no paran de hablar de “derecha e izquierda”.

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