Redes Sociales ¿Inocuas?

Con el escándalo de Cambridge Analytica sobre el acceso a millones de datos de usuarios de Facebook (según sin su conocimiento), revive el debate sobre el papel de las redes sociales, sea desde el control de la privacidad, sea en su vigilancia laxa sobre noticias falsas (fake news) pero ¿y qué de los usuarios?

Estoy convencido que los avances tecnológicos en el ámbito de la comunicación y la difusión de la información tiene unas ventajas inimaginables . Vivir lejos de tu lugar de origen ya no constituye una “realidad espacial”, todo ello gracias al internet, puente idóneo para la conexión entre distintas partes en el que redes sociales como Facebook permiten retomar el contacto con personas o familiares, siendo la inmediatez, uno de nuestros incentivos (utilitarista por cierto) preferidos para el uso de este tipo de medios sociales.

Todo hasta aquí bien, pero parece que no todo es inocuo. En las redes sociales compartimos  parte (o casi toda) de nuestra vida. Vivimos en una época en la que estamos sedientos de publicar cada instante e incluso a costa de la realidad ya que en ocasiones llegamos a la superficialidad volviéndonos rehenes de nuestras emociones. Es aquí donde entra el vínculo entre nosotros y los que anhelan nuestra información como el caso de la consultora denunciada. Con la obtención de nuestro perfil según nuestros gustos, las redes sociales disponen de una información adhoc lista para utilizarse y es la lucha por el poder político uno de los mayores interesados en usarla. Somos vulnerables ante una avalancha de información y de nuestras pasiones. La suma de ambos factores permitirá un resultado como es la distorsión de la realidad y la manipulación "digitalizada" de la opinión pública.

Apoyo la presencia de todos en las redes sociales pero ojalá exista la unanimidad en que seamos capaces de fomentar un criterio basado en el discernimiento. Misión casi imposible, pero no hagamos fácil nuestra captura por las emociones y también, nuestro voto.