Urgente, se necesitan niños que nazcan en España
Hace unos años tuve la visita de uno de mis mejores amigos de México aquí en España, en una charla (o plática) me comentaba que le gustaba mucho esta tierra llena de historia, cultura y riqueza patrimonial pero me hacía una observación: “está todo muy bonito pero, no veo casi niños”.
Recientemente se colocó en el punto mediático la propuesta del presidente de
España, Mariano Rajoy, sobre la posibilidad de mercantilizar parte de las
pensiones para complementar la otorgada por el Estado español. Asunto polémico, espinoso, pero debe dilucidarse porque el
futuro ya llegó. Como bien se sabe, las pensiones españolas actualmente se encuentran
basadas en un sistema conocido como “sistema de reparto”, en el que explicándolo de manera sencilla sería que,
los activos pagan a los pasivos, es decir, los que trabajan, con la aportación de sus cotizaciones, sufragan el pago de las pensiones. Todo
hasta aquí bien, pero se empieza a complicar la cosa cuando se habla que, para
pagar la nómina de un jubilado se necesitan aproximadamente tres personas
trabajando y esto, se conecta con un concepto técnico de la sociología que se denomina remplazo generacional
y que se mide por el Índice Sintético de Fecundidad (ISF) de 2,1 hijos por mujer, cantidad muy superior a la que tiene actualmente España (fecundidad de 1,3 hijos, habiendo caído un 36 % desde la última vez que estuvo en el ISF, año 1981, en el que índice se encontraba en 2,04 %).
Las pensiones no se pueden entender sin la demografía, por tanto, esto nos obliga a conocer la realidad en la que se encuentra España. La información que se dispone nos muestra que es un país deficitario en nacimientos, uno de los grandes problemas a los que tendrá que hacer frente, pero reducirlo únicamente al asunto de las pensiones es o bien desconocer el problema, o bien, echar la vista hacia otro lado.
Las pensiones no se pueden entender sin la demografía, por tanto, esto nos obliga a conocer la realidad en la que se encuentra España. La información que se dispone nos muestra que es un país deficitario en nacimientos, uno de los grandes problemas a los que tendrá que hacer frente, pero reducirlo únicamente al asunto de las pensiones es o bien desconocer el problema, o bien, echar la vista hacia otro lado.
Fuente: elaboración propia con datos de la OCDE
El INE
de España viene alertando sobre la caída de la natalidad y en su informe del
primer semestre del año 2017 “el crecimiento natural o saldo vegetativo” de la población ha sido negativo, que para ser
más claro, hubo más defunciones que niños naciendo. Según el instituto de estadística se prevé que en el año 2052 más de un tercio de la población (37 %) será mayor de 64 años. Las presiones sobre los
servicios públicos así como la supervivencia de localidades en España, son algunas
de las amenazas provocadas por una baja fecundidad.
España
no ha sido ajena a las tendencias (tanto en Europa como en otras partes del
mundo) que se ciernen sobre su sociedad y que han configurado sus estructuras
familiares en el que el matrimonio, productor natural de la familia, ha ido
perdiendo espacios en detrimento de las cohabitaciones (con un menor número de
nacimientos) y de matrimonios sin hijos, el aumento en la edad a la hora de ser
madre y el acceso de la mujer al mercado laboral, factores que han
influido.
Ante
este panorama algunas preguntas obligadas serían ¿Qué está haciendo el actual gobierno
español para fomentar la natalidad? ¿Cuáles son las políticas públicas
diseñadas para implementarse sobre este asunto? ¿Inmigrantes?, etc.
Asunto
delicado, debe atenderse sin demora ya que además de los beneficios para la
sociedad, el ver un parque lleno de niños o una calle, siempre es motivo de
alegría y bienestar.
Fuente: INE
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