No todo lo que brilla es la Torre del Oro
El pasado 10 de enero se difundía por el
gobierno español la cifra sobre turistas internacionales que habían visitado
España en 2017, parte del título de la noticia era de “record” (que coincidirá
uno que es así) y los medios de comunicación pronto hicieron de caja de
resonancia del dato. ¿Cómo incide toda esta información en el empleo? ¿Qué
efectos tiene en la economía? ¿Tiene el mismo peso económico en los países más
receptores de turistas?
De acuerdo con la información que proporciona
la OCDE, el peso del turismo sobre el PIB español de forma directa equivale al
año 2015 al 11,1 % y a su vez, el total del empleo que depende de este sector
correspondería al 13 %, mientras que para Francia como primer destino mundial
en lo que corresponde al mismo año el peso turístico en el PIB francés equivale
al 7,2 %, mientras que del empleo total registrado para ese año y que correspondería
al sector turístico sería del 7,2 %. ¿Con la información que nos dan estos dos
indicadores, qué nos dicen respecto a la utilización de la fuerza laboral sobre
la economía española?
Fuente e imagen: OCDE
España sin lugar a dudas es un campeón en turismo
y un referente para muchos países sobre cómo activar el motor de este sector, no se debe restar el mérito de obtener la medalla de plata desbancando a los EE.UU.,
pero aunque países similares puedan emular el modelo, quizá España tenga mucho que aprender sobre cómo tener una tasa de desempleo en niveles reducidos y paradójicamente, algunos de esos países que tienen que seguir su ejemplo en turismo tienen tasas de desempleo entre 3 y el 5 %, surgiendo así dos cuestiones sobre este asunto. Siempre he considerado al
turismo como “la cereza en el pastel” de la economía, ya que aunque cree
puestos de trabajo debido a su dinamismo en el sector terciario, es vulnerable (quien
dice sensible) ante los vaivenes cíclicos que tiene la economía y el aspecto cualitativo del capital humano que compone su fuerza laboral, confiarle un
protagonismo en la economía doméstica de un país para que tire de esta sin reforzar
otras áreas o ser uno de sus puntos fuertes constituye un reto constante para
el futuro, bien conocido por los españoles. Otra cuestión consistiría en que si
España en este año que finalizó recibió aproximadamente ochenta y dos millones
de turistas y tiene una población de cuarenta y seis millones, la pregunta obligada sería ¿tiene la capacidad para acoger a todos estos visitantes que
son casi el doble, más los que viven en suelo español en relación con sus recursos
naturales como es por ejemplo, el agua? ¿el medio ambiente está protegido para
la recepción de todas estas personas?
Quizá suene bien el titular y la pirotécnica
mediática que lo acompaña, pero como dice el dicho “no todo lo que brilla es oro”. A pesar de ello, visitar España es un placer y esto es debido a que “Spain is different”.
Fuente e imagen: OCDE
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