"Ike" y su legado
El 5
de junio de 1944 se tomó una de las decisiones más importantes para la
humanidad que marcó el rumbo de la Segunda Guerra Mundial, esto es, el
desarrollo de la mayor operación militar nunca antes vista, su denominación en
clave sería “Overlord”. El
responsable además de desplegar un formidable liderazgo, era un gran estratega
y disponía de una capacidad extraordinaria para la organización, la logística y
una excelente habilidad para la diplomacia, su nombre era: Dwight D.
Eisenhower, mejor conocido como “Ike”.
Hoy
quiero dedicar este artículo por el 126 aniversario del natalicio del general
Eisenhower, una figura clave en la historia mundial del siglo xx, que gracias a
su contribución como “Comandante en Jefe” de las Fuerzas Aliadas, pudieron
derrotar y lograr la rendición incondicional de los alemanes, liderando el
triunfo de las democracias sobre el régimen totalitario nazi que oscurecía
Europa, régimen que había llenado al viejo continente de sufrimiento,
destrucción y muerte.
Al
analizar todo el proceso que permitió el Desembarco de Normandía y posterior avance
de las tropas aliadas hasta su llegada a Berlín, nos da una idea de la de la
empresa encomendada al general, pero no solo su valentía que habría que
demostrar en el campo de batalla era necesaria sino que además, necesitaba
hacer una evaluación precisa del costo que supondría la misión por los riesgos
que entrañaba, y es aquí donde destaca su enorme capacidad a la hora de tomar
decisiones, demostrando cómo los líderes en situaciones delicadas donde abunda
la presión y la angustia, saben cómo hacerse con el control y las respuestas
que deben dar, siendo objeto de admiración y estudio la personalidad de
Eisenhower, precisamente por su manera de analizar las situaciones, inspirando
tanto a analistas de la política, del mundo militar como de la economía,
concretamente del mundo de la estrategia empresarial y de la gestión del tiempo
en las organizaciones productivas, como un modelo a seguir sobre la condición
de generar las sinergias necesarias, que demostró orientando hacia dónde
tendrían que ir en su caso, los esfuerzos para alcanzar la meta y objetivo
común: vencer a los alemanes y ganar la guerra. ¿Y cómo hizo todo esto?
Pongámoslo en contexto con un breve ejemplo.
Cuatro
días antes de los desembarcos, todo estaba preparado para la ejecución de la
operación que tendría lugar el día 5 de junio, la fecha prevista, pero unos
incómodos actores irrumpieron poniendo en peligro la misión: los vientos, la
lluvia y el mar. El clima jugaba un papel fundamental como condicionante para el desarrollo de la acción
militar, teniendo que retrasarla, veinticuatro horas. Los meteorólogos eran
incapaces de dar una predicción favorable señalando únicamente, que habría una
pequeña tregua para el día 6. Es a partir de ese momento en el que la operación
peligraba por su viabilidad en el futuro, ya que por un lado, si se arriesgaba
con el inconveniente meteorológico podría salir todo mal y ser un verdadero
fiasco y si se retrasaba más tiempo, se corría el riesgo de que los alemanes se
prepararan y fuera un fracaso sin precedentes (sobre todo en lo que se refiere
a pérdidas de vidas humanas) ganando terreno los soviéticos. El 5 de junio por
la madrugada, los altos mandos encontrados reunidos en el “Headquarters Allied”
necesitaban dar una respuesta, sus países y el mundo entero la necesitaban,
millones de seres humanos eran exterminados por la barbarie, la tensión fue
máxima y según testigos que presenciaron aquello, siendo aproximadamente las
4:00 de la madrugada, la sala se enmudeció y el silencio se apoderó de los presentes,
así que el general Eisenhower, suspiró, reflexionó, y dijo las tres palabras
decisoras y definitivas: “Bien, allá
vamos”. Overlord se ponía en marcha. El
rasgo que subraya la parte humana y social de Eisenhower como líder
indiscutible, distingue la negociación estratégica (logró coincidencia sobre
diferencia en la relación entre Montgomery y Patton, figuras enfrentadas,
primando la visión del trabajo en equipo) y especialmente, la “empatía” con los
suyos, con su gente, sus soldados. Sale, se va a comer con ellos, sabiendo muy
bien a dónde los estaba enviando, cuando hablaba y miraba a los paracaidistas
de la División Aerotransportada 101 (los primeros en entrar en batalla),
conocía lo difícil que es verles a la cara sabiendo que serían enviados a la
muerte.
En
abril de 1945, la sexta división acorazada de los EE.UU. llega a Alemania y se
topa con un sito que tiene la forma de una fábrica, Buchenwald, lo que el general Patton, Bradley y Eisenhower así como
el resto del ejército estadounidense presenciaran una de las mayores vergüenzas
a las que ha asistido la humanidad, el horror hecho realidad, el Holocausto. En
ese momento Eisenhower, después de ver cómo las puertas del infierno se habían
abierto, señaló lo siguiente:
“Dicen que el soldado estadounidense no tiene ni idea de
por qué lucha, al menos ahora sabe contra qué lucha, algunos miembros de
nuestro grupo no pueden acabar la visita, pero yo quiero verlo todo y
atestiguarlo, por si acaso un día dicen que las historias de la brutalidad nazi
no eran más que propaganda, esta noche enviaré un informe a Washington y
Londres, con la petición urgente de que envíen periodistas y congresistas
inmediatamente”.
Eisenhower
ordenará a sus soldados que traigan a todos los alemanes que vivían en la zona
para enterrar dignamente a los miles de cadáveres así como para que vieran lo
que señalaban que desconocían detrás de esas paredes. Era difundir ante los
ojos del mundo la tragedia del exterminio humano y supieran lo que había ocurrido.
Aún
retumban los ecos de la Segunda Guerra Mundial, es importante que todas las
naciones del mundo intenten mantener presente lo que sucedió recordando a los
millones de seres humanos que perdieron su vida y los motivos que dieron lugar
a que pasara, la historia tiene la función de que no lo olvidemos y es
precisamente la historia, la que le ha dedicado un lugar especial al general Eisenhower.
Frase
del general Eisenhower 48 hrs. antes del Desembarco de Normandía:
“En efecto, se está
preparando el escenario para el inicio de una gran y crucial prueba en todo el
mundo; tengo plena confianza en que soldados, los marines y los aviadores, y
todas las poblaciones civiles de las naciones unidas, demuestren de una vez por
todas, que una democracia es la máquina de guerra más formidable que se puede
concebir...”
Este
es el enlace si desean ver el arribo
de los generales Eisenhower, Bradley y Patton en Ohrdruf, un subcampo de
Buchenwald.
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